Oil and gas reforms needed now

Late last year, the Department of the Interior released a report making clear recommendations to reform the program governing oil and gas drilling on public lands, so the nation’s public lands can better serve everyone. 

Increasing fossil fuel emissions and their associated health impacts disproportionately affect Hispanic communities, especially our youth and elderly, and threaten our ability to safeguard lands and waters for our families and for future generations. 

President Biden, Secretary Haaland, and Congress have an opportunity to protect our frontline and Hispanic communities and change the way we manage public lands for oil and gas development. 

The Interior Department should reform the oil and gas program by: 

  • Ensuring that public lands are managed to benefit all uses, including fish and wildlife conservation, outdoor recreation, and renewable energy development, not just oil and gas development; 

  • Modernizing the century-old royalty rates that oil and gas companies pay for resources they extract from public lands to ensure communities, whose taxes fund public lands, get their fair share; 

  • Requiring oil and gas companies to clean up after themselves, instead of sticking taxpayers with the bill; 

  • Stopping speculative leasing where there is little or no potential for oil and gas development; and 

  • Ensuring that Tribal Nations and the public are given equitable opportunities to weigh in regarding if and where oil and gas development happens on public lands. 

En Español:

A fines del año pasado, el Departamento del Interior publicó un informe con recomendaciones claras para reformar el programa que rige la perforación de petróleo y gas en tierras públicas, para que las tierras públicas de la nación puedan servir mejor a todos. 

El aumento de las emisiones de combustibles fósiles y sus impactos en la salud asociados afectan de manera desproporcionada a las comunidades hispanas, especialmente a nuestros jóvenes y ancianos, y amenazan nuestra capacidad de proteger tierras y aguas para nuestras familias y para las generaciones futuras. 

El presidente Biden, la secretaria Haaland, y el Congreso tienen la oportunidad de proteger a nuestras comunidades hispanas y de primera línea y cambiar la forma en que administramos las tierras públicas para el desarrollo de petróleo y gas. 

Únase a HECHO para pedirle a la administración que deje de poner la industria del petróleo y el gas en primer lugar y en cambio priorice la salud de nuestras comunidades, nuestra vida silvestre, nuestro aire y agua, y proteja nuestras tierras públicas para las generaciones futuras. 

El Departamento del Interior debería reformar el programa de petróleo y gas mediante: 

  • Garantizar que las tierras públicas se administren para beneficiar todos los usos, incluida la conservación de peces y vida silvestre, la recreación al aire libre y el desarrollo de energía renovable, no solo el desarrollo de petróleo y gas; 

  • Modernizar las tasas de regalías centenarias que las compañías de petróleo y gas pagan por los recursos que extraen de las tierras públicas para garantizar que las comunidades, cuyos impuestos financian las tierras públicas, obtengan su parte justa; 

  • Requerir que las compañías de petróleo y gas limpien sus propios desechos, en lugar de imponerles la factura a los contribuyentes; 

  • Detener el arrendamiento especulativo donde hay poco o ningún potencial para el desarrollo de petróleo y gas; y 

  • Asegurar que las Naciones Tribales y el público tengan oportunidades equitativas para opinar sobre si y dónde ocurre el desarrollo de petróleo y gas en tierras públicas. 

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